Gozar del privilegio de tener en casa nuestra propia
pileta de interior es un lujo que cada vez se plantean más personas, bien porque tienen una estancia que pueden adaptar para este uso, bien porque se plantean instalar un
cerramiento en su pileta que les permita disfrutarla durante todo el año. En ambos casos, hay un tema al que se debe prestar especial atención, las humedades que surgen en este tipo de piletas, porque pueden resultar verdaderamente dañinas para nuestras piletas de
interior.
Prevenir la aparición de humedades
Antes de hablar de lo que podemos hacer una vez que ya han aparecido humedades en nuestras piletas de interior, es importante que tomemos todas las medidas de anticipación que nos permitan prevenir la aparición de humedades. Debemos entender que esas humedades en las piletas son consecuencia de la evaporación y condensación del agua que, inevitablemente, se produce por efecto de las elevadas temperaturas que se alcanzan en estas estancias.
Dos son las medidas más efectivas que podemos adoptar para evitar que las humedades se conviertan en un serio problema.
- Por un lado, en el momento de construir nuestras piletas de interior hay que asegurarse de usar los materiales que mejor resistan los efectos de las humedades, para lo que es conveniente dejarnos asesorar por los profesionales.
- En segundo lugar, es imprescindible que nos hagamos con un deshumidificador adecuado a las dimensiones y características de nuestra pileta de interior. Este aparato se encarga de controlar el nivel de humedad del ambiente donde se instala, de forma que es mucho más difícil que surjan las temibles humedades.