Calor, pocos lugares donde acudir para combatirlo y la comodidad de quedarnos en casa, esos son los tres pilares que explican el incremento de ventas de piletas armables en este verano en Argentina. Porque calor ha hecho, mucho y muchos días. Casi en una proporción que no se conocía.
Las piletas armables se han agotado pronto en las tiendas. Nadie preveía un incremento de demanda en las proporciones en las que se ha dado. Hay establecimiento que han vendido ellos solos más de 400 piletas durante el pasado diciembre. Y, tampoco ha habido mucha discriminación en lo que se refiere a modelos o tamaños, los clientes acababan llevándose el que estaba disponible.
¿De dónde proceden las piletas armables que importamos?
Porque, uno de los problemas es que la mayor parte de estos artículos no se fabrican dentro de nuestras fronteras, sino que se importan. En concreto, el mayor volumen de encargos se hace a China y otros países asiáticos. También Brasil es uno de los grandes productores a nivel mundial de piletas armables.
Con diferencias entre ambas industrias, ya que las piletas asiáticas son de una calidad un poco menor, lo que repercute en que su precio sea más barato.
Este verano, el tráfico de mercancías en este sentido ha dejado notar su aumento en los datos registrados en las aduanas argentinas. El aumento de importaciones de piletas armables, también llamadas pelopinchos, se ha movido en el 7 % respecto a las cifras del año anterior. Un hecho en el que la ola de calor ha tenido, sin duda, un papel determinante.