Uno de los aspectos que ningún propietario de una pileta debería dejar de considerar es el de la seguridad. Desgraciadamente, todos los años se producen noticias sobre algún accidente de resultados fatales en las piletas. Aunque ningún sistema es infalible, lo cierto es que cuantas más medidas se adopten menos probabilidades de que ocurran hay.
En general, el mejor sistema de protección para evitar caídas y otros accidentes es la instalación de cercos removibles bordeando el perímetro de la pileta. Su función principal es la de actuar como barreras que los más pequeños de la casa e incluso las mascotas no puedan sortear.
Hay multitud de materiales y fórmulas de cercos. En general todos coinciden en usar materiales ligeros pero resistentes. La tendencia actual es elegir modelos transparentes, porque así el impacto visual sobre el jardín es menor. En todo caso, es muy importante que los sistemas de fijación sean resistentes y que la altura sea suficiente para impedir que los niños salten o los superen de alguna forma.
También es interesante optar por cercos removibles frente a modalidades permanentes. Piensa que una vez los pequeños crezcan querrás quitar la barrera y, cuanto más cómoda resulte esta tarea, mejor.
Desde luego, mientras estén instalados, los cercos deben contar con un sistema de entrada que sea cómodo para los adultos pero inaccesible para los menores. Actualmente hay cercos con puertas automáticas que se controlan a distancia. Sin embargo, nunca debes confiarte por muy seguro que parezca tu cerco, siempre deberás mantenerte vigilante.
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