Siempre ha sido importante conseguir que el mantenimiento del agua de las piletas fuese lo más eficaz posible, sobre todo, para evitar tener que vaciarla y rellenarla. Pero, en los tiempos que corren, con la creciente sensibilización ante la importancia de hacer un uso racional de un bien tan necesario como escaso como es el agua, ese filtrado se ha convertido casi en una obligación.
Además, hoy es posible que no tengamos que volver a llenar el agua de las piletas durante años, gracias a la perfección que se ha alcanzado en la eficiencia de los diferentes sistemas de limpieza y filtrado de las aguas. Por eso, los propietarios de piletas lo tienen fácil para conseguir ese nivel de limpieza, tan solo teniendo claros algunos principios.
Lo primero que hay que recordar es que el filtrado del agua es un proceso que tiene dos partes y que la combinación imprescindible de ambas es lo que hace que se consigan buenos resultados.
- Por un lado está el propio filtrado, que se lleva a cabo de manera automática mediante la instalación de un sistema de depuradora.
- Por otro, la aportación de diferentes productos químicos que desinfectan el agua de las piletas y colaboran a su mantenimiento.
En ambos casos, para un correcto filtrado del agua de las piletas hay que calcular bien las medidas que son convenientes para cada caso. Nada tiene que ver la potencia de la depuradora que se necesita en las piletas particulares, con la que hace falta para el mantenimiento de las piletas deportivas.