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La clave del cuidado y mantenimiento de las piletas reside, entre otros elementos, en los filtros para piletas, una sencilla herramienta pero cuyo papel es esencial en para conseguir una correcta depuración de las aguas. De hecho, la función de los filtros para piletas es evitar que las partículas que hay en suspensión en el agua permanezcan en nuestra pileta, ya que son las responsables de que se desarrollen algas y otros microrganismos que ensucian el agua y las paredes de la instalación.
Con esta explicación es fácil comprender que dependiendo de la capacidad de retención de los filtros para
piletas, hablaremos de su eficacia, independientemente de la potencia de la
depuradora en la que formen parte. Porque, los
filtros están hechos de un material poroso que es el que obstaculiza el paso de esas partículas en suspensión. Cuanto más pequeño sea el tamaño de esos poros, por lógica, menos partículas podrán atravesarlo. Se considera que los
filtros de piletas son eficientes si retienen las que superan 20 urn.
Además de las propias características de los filtros para piletas, es evidente que si los mantenemos en perfecto estado, su capacidad de depuración será mayor. Hay que pensar que esa suciedad que los filtros para piletas van reteniendo se queda pegada en ellos, por lo que se hace necesario efectuar una limpieza de los filtros de piletas de manera regular, incluso, sustituirlos cuando su mal estado lo precise. Para controlar si los filtros de piletas funcionan correctamente, debemos guiarnos por la presión que marque el manómetro de la depuradora, cuyos niveles deben estar entre 1,2 y 1,4.