El objetivo de los filtros de las piletas es que toda el agua de la pileta acabe pasando por ello para su limpiado. Para garantizar que esa función se realiza sobre el total del volumen de agua de nuestra pileta. Es importante, por tanto, que la recogida que se hace en los sumideros del suelo o en los skimmers, o en los bordes de rebosadero en las piletas que los tengan, no cuente con ninguna obstrucción que impida al agua llegar a la zona de filtrado.
Una vez que ha llegado el agua, tiene lugar el proceso de filtrado en sí mismo, mediante el que todas las materias que hay en suspensión en el agua quedan atrapadas en los filtros de las piletas. Dependiendo de la naturaleza de estos, de su lecho y de su tamaño, este proceso será más o menos rápido y efectivo.
Los
filtros de arena más habituales en las piletas de uso
familiar son los que están compuestos por arena o sílices, con los que se intenta imitar al proceso que se produce en la Naturaleza, aunque también hay otros
tipos de filtros de cartucho y, menos frecuentes, de carbón activo.